Era un día nublado con nubes tan oscuras,
Tan densas que opacaban lo azul de ayer,
Terminé yo con la labor del trabajo de horas
Con la satisfacción de hablar y de compartir.
Las 19 horas y entra un mensaje al celular
Con gusto me apresuro a leerlo y sorpresa
Era de la Madre de mis dos hijos la misiva
Pedía que disolviéramos el contrato de amor.
Más de quince meses, me calló como rayo,
Me aniquiló la esperanza de volver a mi casa
Oh! guillotina filosa mi ilusión de tajo corto
Sentí rodar no solo la cabeza, sino el alma.
Cuanto estrago que mi piedra aún pesa
Cuanto luto que en mi cuerpo se vistió
Cuantas lágrimas que al espíritu reseca
Cuantas llagas se abren en el corazón.
Lo se en algunas cosas, me equivoqué
Hice heridas que agrietan y que sangran
Y fue ya insuficiente lo que tanto la amé
Y los amores de cuatro manos se escapan.
Es que me dolió tanto su desamor,
Es que así es la vida a veces tan cruel,
Nos cobra la factura con gran dolor
Y nos entierra la espada del desdén.
Luto que vistió mi alma y mi sonrisa,
Luto que cargué y soporté en mi andanza,
Luto que hoy lo mato entre la prisa
De volver a volar en cielos de esperanza
Hoy no tengo ya lágrimas que rodar,
Hoy le digo a la vida gracias vida
Hoy habrá motivos bien para cantar
Vida que me dejas otra vez recomenzar.
Y en mi alma se descubren hilos de plata
De una luna llena que me canta enamorada
De un sol que con nuevo brillo se asoma
De una brisa que refresca de pies a cabeza.
De unos ojos que me han dado más que paz
De unos labios que me esperan entreabiertos
De una alma cariñosa de mujer que me arrebata
De unos brazos que me llaman desde el mar.