Eramos dos gotas de agua,
casi iguales
que al caer en una fragua,
nos secamos como tales
en el fuego.
Juntos surcamos la mar
y el aire nos empujaba
hacia el cielo.
Tú me querías amar,
mientras yo te deseaba
con anhelo.
Éramos dos frías gotas,
dos cariños empapados
de lujuria;
éramos como dos botas,
pisoteando los prados
con gran furia.
Éramos dos largas frases
seguidas, de un mismo verso
conocido.
Dos alumnos en dos clases,
y el colegio este universo
sin sentido.
Solo éramos dos palabras
con letras de libertad
duraderas,
que como tú bien sabrás,
se volvieron amistades
verdaderas.
Éramos dos miedos leves,
dentro de algún nuevo mundo
diferente,
dos pensamientos que leves
llegaron a lo profundo
de la mente.
Éramos solo dos vidas,
dentro de una misma muerte
que quería,
que nuestras almas perdidas
corrieran la misma suerte
algún día.
Dos misma plantas unidas
por la misma raíz fuerte
al subsuelo;
tierra donde se que anidas
y en la que espero brindarte
mi consuelo.
Solo éramos dos lágrimas
húmedas, claras y vivas
que deseaban,
hacer con el llanto rimas
de palabras positivas
que te llaman.
En verano éramos soles
y éramos en el invierno
blanca nieve.
Éramos dos caracoles
aguardando tiempo eterno
por si llueve.