Tu verso es la saeta, tenaz y aguerrida,
forjada con esencia, que Cuauhtemoc portaba;
igual que fumarolas del Pico de Orizaba,
que cubre con su estela, tu tierra tan querida.
Sería cual fontana, tu luz tan encendida,
que tan estoicamente tu lira alimentaba;
saliendo de sus cuerdas, la rima que exaltaba,
la estirpe del Azteca, del Tacaná salida.
Por eso tus poemas, se sienten como viento,
que lleva de trigales, su espiga señorial;
saliendo de tu numen, la llama del talento
que expresa tus ideas, de forma sin igual;
luciendo como espada tu claro pensamiento,
pintado con plumajes del Águila Real.
Autor: Aníbal Rodríguez.