Las escaleras de felicidad
tienen tropiezos en cada peldaño,
las gradas se expanden año tras año
en pisadas que resbalan maldad.
Todo sudor de cotidianidad
sube lágrimas por autoengaño
y baja suspiros de nuestro antaño
resbalando huellas de intranquilidad.
La baranda entre curva o las esquinas
acaricia o desgarra palma, hueso,
esperanzas e ilusiones mezquinas.
Escaleras que empujan retroceso
en un campo donde se ocultan minas
ningún pie que sube, resulta ileso.
....s. ....l