La larga pandemia
se apropió de nuestras vidas.
Transitamos
por el Desfiladero
de las Termópilas.
Los contornos estructurados
de nuestra existencia
desaparecieron,
por la implosión.
Estamos en un \"no lugar\"
como proclamaba
mi preferido Marc Augé.
De allí,
a comenzar.
El porvenir
ya no es previsible.
Algo hemos ganado.
lo antiguo
ya no nos servía.
Basta de oropeles.
Negocios,
falsas amistades.
Sólo armonía,
humildad,
frescor de la naturaleza.
Como la serpiente,
cambiemos nuestra vestidura
y avancemos livianos
por el mundo,
con nuestros sentimientos,
a flor de piel.