Nuestro idilio se iría disipando
como el alma de un verso apasionado;
que las puertas del cielo le han cerrado
y su pena en silencio está rumiando.
Por la noche me paso recordando
cuando lleno de amor, y embelesado;
contemplaba tu cuerpo bien formado,
como rosa, sus pétalos mostrando.
Eran días tan llenos de pureza
cual oasis repleto de armonía;
do brillaba la luz de tu belleza
que inspiraba mi tierna poesía;
que bordada de cálida tibieza
la pasión mas divina te ofrecía.
Autor: Aníbal Rodríguez.