Y de pronto...
Se esfuman abrazos
los niños crecieron,
los besos corren con el viento
y nos vamos quedando en silencio.
Las hojas se secan
la lluvia acaricia los tiempos
el sol se esconde ligero
para verlos soñar a lo lejos.
Y de pronto...
Se esfuma la vida entre los dedos
sus pasos recorren propios senderos
sus sueños ya no son nuestros
y los vemos alcanzar poco a poco
sus anhelos.
Y de pronto...
Quedamos solos,
entre risas, recuerdos
nostalgias y voces escondidas
en rincones del firmamento.
Y de pronto...
Vemos cumplido lo propuesto
dejamos la puerta entre abierta
para cuando vuelvan,
abrazarlos y detener por segundos
el paso definitivo del tiempo.
María del Pilar Casas.
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