La abuelita yace con Dios en el Reino Celestial,
un bendito paraíso,
donde siempre quiso estar.
La abuelita está en el cielo
y nos cuida desde allá,
nos bendice día y noche,
y nos cubre con su paz.
La abuelita está en la casa, hoy nos vino a saludar entre cantos y aleluyas
la pudimos abrazar.
Luego se fue a la iglesia con todos a rezar,
entre salmos y oraciones
la pudimos abrazar.
La abuelita es una estrella que brilla en el firmamento
Ilumina nuestros pasos
en difíciles momentos.
Ella canta desde el cielo con su estilo peculiar,
la abuelita Mercedes,
la abuelita Parra.