Mientras caminábamos le pregunté, Puedo escribirte...?
Si, me dijo, mientras caminaba y se iba como la tarde,
Yo la observe mientras corría adentrándose en la noche,
Su cara de luna, me pareció como, la espera fecunda de la tierra,
Y en sus ojos negros brillaron estrellas que me hicieron detenerme,
Y mientras la observada en el espacio corrió junto a mi el viento que deja la despedida sin palabras,
en sus mejillas, resbaló gotas de Rocio
Que cayeron una tras otra en mi persamiento de forna peremne en el tiempo
Yo, perturbado, la mire como se mira una estrella fugaz
Con el delicado silencio de lo inevitable...