David Arthur

El sepulcro de los recuerdos

 

 

Dejando al descubierto una cañada,

empapada de rocío,

la niebla del alba se dispersa

mientras una campana dobla maitines

para ellos que no han perdido la fe

 

La fe en nuestros votos y promesas

habíamos anclado,

pero sobre colinas y valles en rutas distintas

deambularon nuestras vidas,

sin darnos cuenta

 

Cuenta nos dimos paulatinamente,

que nuestras voces, como ecos débiles,

contestación ninguna encontraron,

y por un beso en nuestros labios,

en vano esperamos

 

Esperamos sin embargo poner un fin al pretexto,

porque el amor su orientación se perdió,

nunca más nuestro umbral para pisar,

la puerta se cerró en silencio

 

Silencio siempre me envuelve

al acordarme,

cuan insensato habíamos actuado, pero

remordimientos ningún calor de consuelo brindan,

en la frialdad del sepulcro de los recuerdos

 

David Arthur ©®