Mi pérdida es más que un momento,
una desgracia ya venida de mi vergüenza.
Este daño es mi herida algo sediento
y desde hace tiempo es que jamás comienza.
La Real Verdad es que nunca, nunca sueño
este irrisorio nacer, y ellas no me dejan en paz
que más muerto, de su cuerpo quiero su empeño
aunque yo no tenga vida, y todo sea un disfraz.
Este balazo y su rechazo es un portazo
que para con las mujeres no hallo consuelo:
más que amores, derrotas y un buen puñetazo
a mi sensibilidad... Yo no sé si iré al Cielo,
pero si las mujeres es deuda, soy cordero eterno:
mi quebranto con las mujeres...veo el averno.
NACHO REY