Amorosa, tierna, ojos hermosos y puros, poema natural, sueño encantador, sonrisa dulce y lujuriosa.
Nada se compara con lo bondadoso que es tu corazón, gracias por curar cada herida que tenía, gracias por nunca perder ese brillo mágico que me enamoro.
Delgada es la línea de la vida que nos unió.
Realmente sabía que tu alma y la mía serían más compatibles que las llamas del infierno chocando con los rayos y centellas del cielo.
Este cuerpo está a disposición de tus manos, para que recorras cada centímetro de mi piel y que borres las cicatrices con un beso de tus delicados labios.
Armoniza mi vida día a día, se mi musa celestial, tu carita será la causante de los escritos más largos de la historia en el cual narrare como una Diosa encontró el final de su hilo rojo con un infausto sobrenatural.