Comenzamos los azares del destino,
cuando despertamos en la luz una mañana…
Pendiente arriba nos empuja la vida;
mientras más abrupta la ruta,
más fuerzas nos levantan.
Por momentos somos alpinistas,
y celebramos el éxito de cada parada
disfrutando con amigos de empeño,
bebiendo de la vida en una rústica cabaña
escondida entre montañas.
Pero un día llegará el descenso…
Aunque estemos en la más alta de las cimas,
llegará el momento de la bajada…
Pendiente abajo iremos aferrados a un soplo de vida;
y en última instancia,
solo la experiencia de vida nos salva…
Peligro tras peligro,
las bolas de nieve casi nos aplastan.
Las amenazas ya son indetenibles,
somos como un avión en franca picada…
¡Que recen por todos…! los que sepan…
y los que sepan, abran un paracaídas
de esperanzas …
(Me disculpan, prefiero bajar
por la escalera más larga…)
Frank Calle (19/junio/ 2021)