Sé que cuando rozamos la locura
de éste mundo, al compartir las cosas,
nuestras almas se vuelven generosas
más que al tocar la mente la cordura.
Lo sé porque la mente me asegura
que aun siendo las personas temerosas
se vuelven de repente valerosas
si van llenas de amor y de ternura.
Sé que aun corriendo en cauce tan sombrío,
a su vivir y a su morir sujeto,
llegará al mar el agua de este río.
En tanto, al loco mundo doy respeto
y al mundo cuerdo quiero hacerlo mío
para gozar de ambos por completo.
JOMAB.