Al borde del abismo,
deseas,
alas imaginarias
y el vuelo más alto,
para alejarte del dolor,
pero el miedo,
una burbuja al aire,
intentas hilvanar preguntas,
das respuestas
a preguntas,
no hechas.
Haces preguntas,
al borde de tu vida,
las respuestas
al borde de tu espíritu.
Oras,
cada uno,
tienes su dios.
Un extranjero,
Un dios extranjero,
pequeño dios,
que se enreda
entre dioses,
multitud de dioses
¿Cuál ora por ti?
¿La madre tierra, sol,
montaña…o el dios
que te busca
entre la muchedumbre?
Oras,
Cada uno
se olvidó de su dios,
al borde de un abismo.