María Teresa Fandiño Pérez

El Doceduendes

Cada noche en la penumbra

vestido en madera vieja

su faz en nácar, añeja,

me incomoda y me vislumbra.

El sonido que acostumbra

me produce un malestar,

pero muy a mi pesar,

sus doce duendes en mente

resisto ya estoicamente.

Él me empuja a imaginar.

.

Mi estirpe en el nácar brilla

como sello de mi casa,

aunque siempre se retrasa,

y aunque suene a pesadilla

o abrume su manecilla

yo intuyo historias de ancestros

como de antiguos maestros

recostada en el diván.

Dando cuerda sonarán

sus «doce duendes siniestros».  

 

María Teresa Fandiño Pérez

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La Coruña, España.

24/01/2021

Imagen tomada de la red.