En el altar de mi pecho
está guardado tu amor,
ese aliento que quedó
cuando te fuiste tan lejos;
es inspiración que llevo,
constantes rayos de sol,
en que reunidos los dos
redescubrimos el cielo;
en mis locuras te encuentras
como una musa divina,
convertida en albas letras
en el amor de mi vida:
eres mi pasión eterna
y por siempre serás mía...