Sin ninguna brisa auxiliadora
el bochorno de cierta tarde la hacía insoportable
con el sopor, mis párpados poco a poco
fueron cerrándose pesadamente
en algún momento un mancebo de túnica resplandeciente
esbelta anatomía y fino el rostro de alabastro
apareció cuando tal vez me hube desmayado
seriamente sin embargo me extendió su mano
la cual tomé mirándole extasiada
era tibia y suave como piel de armiño
a mi alrededor nada más había
el sopor, la incomodida anterior habíase esfumado
y sin pensarlo le seguí el paso
la ingravidez de mi cuerpo me hizo pensar en en algo bello
entonces miré correr un río de aguas calmas
tan pulcro, tan transparente cual si fuese recién creado
sus orillas bordeadas por multitud de flores
cuyo aroma ninguna flor terrena rivalizaba
en su inerior coloridos peces jugueteaban dando bricos
y pensé, si acaso podria yo detenerme un poco en tal remanso
Mi guía, al verme tan deleitada aclaró:
\"Los ideales de almas generosas
que olvidádose de sí se sumergen por amor en aguas turbulentas
aquí desembocan impregnando el espacio con la bondad
contenida en sus anhelos más profundos
pero no, mujer ilusa, éstas aguas no son para ti\"
Nos introducimos a la espesura de un radiante bosque
los pájaros cantaban como en coro
alguna sublime partitura
El follaje lo cubría todo mas la luz irradiaba
como si la claridad proviniera de las mismas hojas
plantas para mi desconocidas flanqueban un sendero imaginario
donde cruzaban criaturas insólitas que solo conocí en mis lecturas
árboles de increíble altura cuyos troncos fungían de morada
tallados a detalle casitas donde seguramente habitaban
los personajes de mis sueños infantiles
y pensé, si acaso podría yo conocer al dueño de alguna vivienda
Mi guía, al verme tan curiosa aclaró:
\"La inocencia latente en cada ser
cuando crece enraizada a pesar del tiempo y las dudas
crea su propio hogar en la tierra o las estrellas
es una luz perpetua que comparte con toda la humanidad
pero no, mujer ilusa, esos hogares no son para ti\"
Levanté la vista, alzándose frente a mi soberbio castillo
cuyas paredes refulgían como el oro
había fuentes y esculturas de colores transparentes
como su hubieran sido tallados en rubies, esmeraldas o zafiros
una alfombra diamantina concucía hacia la pesada puerta
cerrada y custodiada por magnífico dragón
cubierto por plumas o escamas destellando cual si generaran luz
que daba vueltas por el cieo y los jardines
y pensé, si acaso podría yo palpar alguna escultura
Mi guía, al verme tan asombrada aclaró:
\"La riqueza que cada hombre trae al nacer
puede acrecentarse o decrecer según su naturaleza
quienes logran comprender sus circunstancias
quienes no permiten corromperse en pos de poder y opulencia
e invierten sus esfuerzos y alegría en trabajo honrado
caminarán por esa alfombra sin avaricia
pero no, mujer ilusa, ese dragón no te conoce ati\"
Senti descender, y conforme lo hacía
el castillo veía deteriorarse y perder brillo
las esculturas se derretáin mientras la luz menguaba
en mi descenso miles de ojos se me clavaban
y de sombras poco a poco me vi rodeada
escuché gritos ininteligibles
motores rugiendo en mis oídos
una ensordecedora cacofonía me sobresaltaba mientras caía
y temblando quise con más fuerza
sujetar la mano del mancebo
pero ésta iba tornándose fría
erizando todos los vellos de mi cuerpo
mientras presenciaba
cómo su rostro serio se deformaba
cómo sus vestiduras iban difuminándose en la negrura
en algún momento desperté sobresaltada
temiendo escuchar sus últimas palabras