Hay una levedad en todos los rincones del mundo:
plumas que se esparcen por la piel de todas las caras.
Un secreto que sospechan las mentes:
vocales sin aire que pronuncia una lengua llana.
Un matiz diminuto que no se ubica en ninguna paleta:
extremos de azul, de blanco, de rosa y naranja.
Un culto que exige la adoración silenciosa:
flores que dan aroma de recuerdo y magia.
Un poema que no tiene palabras:
una brisa desnuda que mueve de sitio el reflejo de un ala*.
*Verso tomado del poema Abecedario de Jaime Torres Bodet.