A veces siento que la vida se escapa… los años pasan y los sueños se estancan, en el fondo cada uno tiene un charco con sueños acumulados que van poniéndose verdosos hasta que un día los sueños que nos mantuvieron de pie comienzan a intoxicarnos.
Ya sé, si, sé la teoría completa del autodesarrollo y el pensamiento positivo, las filosofías del optimismo de Leibniz, Emerson y en algún estadio Nietzsche… pero no alcanza para movernos del hastío las letras de la felicidad.
Yo estudié filosofía porque me gustaba la idea de ir más allá en la pregunta, siempre supe que no hay ninguna respuesta … la pregunta entonces me bastaba, pero hoy todo lo que hablamos me cansa, me cansa el ruido de este planeta, me cansa el feminismo, la política, derecha, izquierda, aborto, cannabis, género, pandemia, futbol, Netflix, mercados, virtualidad, inversiones o pobreza.
Me cansan los gurús de twitter y los fanáticos de Facebook, me cansan los eternamente felices de Instagram y los libros digitales del Kindle. Estoy leyendo La mujer en la ventana, aún no llego a la parte donde los 6 dólares valen la pena.
Ahí en el fondo tenemos un lodazal de sueños y la pregunta es ¿por qué no se cumplen? y aunque no lo crean hay mil pendejos con respuestas distintas y como las fórmulas milagrosas para adelgazar ¡ninguna sirve!.
Buenas noches
@alfaro.flaca @fueradetono140