FELINA

EL ALMA DE AMARGURA SALPICANDO

Noche silenciadas,

 

por la lluvia mojadas,

 

ausencias de estrellas rutilantes,

 

luciernagas dormitan

 

en una quietud latente,

 

no hay estío

 

sólo un frío

 

lúgubre y sombrío

 

que se mete en las arterias,

 

mi sangre congelando,

 

dejando mi corazón casi inerte.

 

Cuantas veces lo he visto

 

sumergirse en la amargura,

 

a paso lento palpitando,

 

viendo de la soledad la negrura

 

y un dolor que le causa tú olvido.

 

¡El alma de amargura salpicando!

 

Cuantas veces he visto

 

sufriendo el tormento

 

de que te hayas ido

 

y es que mi corazón

 

no te olvida,

 

porque eres la razón

 

de que aún esté con vida

 

y no quiere dejar

 

de soñarte ni un instante.

 

¡Entre sueños tú eres complaciente!

 

¡Entre sueños él se vuelve delirante!

 

¡Entre sueños no quiere dejar de amarte,

 

aunque tenga que dormir para tenerte!

 

Felina