Caen tus lagrimas madre mía
Ante la angustia de ver tus tierras arder
Entre llamas de olvido e ignorancia
Que tus hijos pródigos provocan con su arrogancia
Caen tus lágrimas de dolor
Pues ya no soportas la mezquindad
Que tus hijos al reclamar lo que no es suyo
Lo hacen con severa maldad
Se acaban rebaños, manadas y parvadas
Se acaban los ríos, los lagos y los mares
Y solo quedarán desiertos y salares
Tras la devastación que provoca el hombre
Ocasionando sus propios males.
Oh madre naturaleza!
Perdona nuestra torpeza
Y ayúdanos a comprender
Que nada es nuestro y lo vamos a perder.