Maravilloso poder expresar en un solo instante
todo el amor que en el interior está contenido,
hoy que se aconseja estar al extremo distante
y mostrar ese afecto se encuentra prohibido.
El alma desolada se inflama de intensa emoción,
la colorida sangre su precioso caudal incrementa,
el corazón experimenta una agradable sensación,
parece que internamente la felicidad se fermenta.
No parece lícito ocultar los propios sentimientos,
se acaba en un segundo la apreciada existencia,
queda en nuestro interior extremados tormentos,
se lamenta para siempre aquella incompetencia.
El amor interno es inmensamente espontáneo,
cuando menos se le espera éste a la vista brota,
no es necesario encontrarse en el Mediterráneo
porque todo el sentimiento represado explota.
La sinceridad es una hermosa cualidad humana
no importa el credo, aún menos el nivel educativo,
es como el agua fresca que de la dura roca emana,
tampoco precisa ser extrovertido y comunicativo.
Jaime Muñoz, abril 7de 2021