Érase una vez un país con dolor de cabeza,
ya que nadie se aclaraba y todo era pelea.
Puesto que su gente corrupta era más que fea,
delante de la cámara sólo bebía una cerveza.
La gran mayoría decía: \"¡muera la inteligencia!\",
gente sin importancia ante su repugnancia
hacia la Sabiduría y amor a la ignorancia:
pobre gente,hundida en su propia demencia.
Demócrata demoníaco Casado con su hacienda,
y Rajoy en llevar un país en adelante.
En demasía ante este hecho,se recomienda
largarse de este país,pues carece de brillante
idea y no piensa sino con el culo.Ante este lamento,
este cuento acabará en Yugoslavia y tormento.