Arder siento la mecha.
Es amor ardoroso.
Oh tormento rabioso,
qué honda herida es la brecha.
¿Dónde es la sanación
a este amargo tormento
que viene a su lamento
flores que espinas son?
Veo desde el balcón
nacer un nuevo día.
El Amor no venía.
Roto está mi corazón.
Ay mi sombra ,hecha fuego,
en la tarde desierta.
De la honda llaga abierta
el andar está ciego.
¿Por qué no en mi jrdín
la rosa que amo y quiero?
No me aroma el sendero.
Seco está el jazmín.
Arrastro la cadena.
Yo voy cuán prisionero
de ese amor verdadero.
El vivir me es condena.
Aires de mi dolor
conmigo por la calle.
No florece mi valle.
Rabia siente mi ardor.
Desesperado voy.
Ganas de estar no habrá,
que real no será
el amor en que estoy.
(Salvador)