Hoy… no quiero decirte nada,
solo beberme tu dulce silencio,
descansar en la ternura de tus ojos,
dejándome acariciar por sus destellos.
Hoy… solo quiero dejarme llenar
de tu paz y del amor que me das,
arroparme con tu regazo bajo la luz
que nos envuelve y no dejar de soñar.
Hoy… mi alma descansa y se acurruca
en el resquicio de tu aliento y mis suspiros,
no quiero ni imaginar, que es mi solipsismo
el que te crea y hace de ti... mi amado príncipe.