SOS LINDA…como tierra floreada, como un jardín, aunque te conozco bien y sos un hermoso páramo mustio.
Pero te queremos, te amamos, sos mi casa y la de todos los que batallamos…
Sos nuestra a pesar de los que sostienen lo contrario equivocadamente: no les asiste la razón ni la ley.
Te descubrieron quizás nuestros antepasados españoles o los franceses y estás al alcance de nuestras limpias manos que te defendieron de un enemigo cruel y equivocado.
Con las armas no pudimos protegerte querida tierra; quizás nos equivocamos en la forma pero no en el fondo que es legítimo y veraz.
Te vemos como una hija desprotegida y robada.
Estás habitada por gente hostil que no acepta lo siniestro de su proceder.
Cuando estuvimos en tus valles y colinas el invasor nos disparó, no nos querían y no quieren vernos más que a los pocos que vamos a visitar y rezar al yermo sitio donde viven nuestros caídos que con temple y valentía quedaron silenciosos en un lóbrego camposanto, algunos sin nombres y sin banderas.
La paz del cementerio no significa que esos héroes estén callados: ellos gritan silenciosamente su argentinidad.
Eduardo Nicolás Romera