Un grito llevo presente,
un grito en el corazón,
un grito hecho pasión
desde que tú estás ausente;
llevo en mi pecho la ardiente
fiebre de inmensa pasión,
que nubla toda razón
de una manera insistente;
es una espina que daña
con su veneno y locura
con persistencia y con saña
pero con mucha ternura
día y noche se te extraña
noble mujer limpia y pura...