Dios escribe poesía,
Se viste de hermosura,
Trabaja infatigable
haciendo su morada
y acampa entre nosotros,
Israel se llama el campamento.
No logras mirarlo
por razones que se escapan
de la cuenta:
Porque eres ciego,
Porque brilla con la intensidad
de un millón de soles a la vez.
Porque Él mira tu nuca
y no tu rostro
si tú le das la espalda.
(Aunque Él está en todas partes)
Porque miras el cielo
y tú solo ves nubes,
las ves formar figuras
que se van desvaneciendo
cuando el viento las despeina.
Porque al microscopio, tú
tan solo eres capaz
de ver células, donde hay un milagro
sin tener capacidad para
asombrarte y agradecer a Dios
por tal portento.
Porque Dios Resplandece
en cada estrella que observas
en el cosmos, y tú solo ves
mapas celestes.
Pero Él está escribiendo poesía
en una lírica que trasciende
la mente porque Es Espíritu
Intangible, pero está presente
como las notas musicales
están presentes en un disco compacto.
Él escribe poesía porque
es un Arte que ha de hacerse
con La Palabra, Conjugada
en tiempo presente, girando sin fin
en torno al universo en un segundo.
En un eterno retorno
del pasado al presente del hombre;
y de la creación tangible.
A la única velocidad que supera
la de la luz misma,
Con una energía que no está
ligada a la materia
en la Ecuación de Einstein.
Porque Dios supera en brillo
y en tiempo y energía
todo lo que conocemos;
y lo que somos incapaces
de imaginar, y ver,
y la más infinitesimal
fracción del Tiempo,
y el más recóndito punto del espacio.
(Selah)
Dios escribe poesía,
Se viste de hermosura y trabaja
Infatigable haciendo su morada
en Israel y si le amas,
-tú sin darte cuenta apenas-
en tu corazón,
Él trabaja Infatigable
haciendo su morada.