¿Por qué me juzgas, si tú no me conoces,?
si tú vas por el mundo sembrando lujuria,
qué pena que me das, de todo lo que dices,
pues solo de tu boca sale la amarga infamia.
Quizás algún despecho es lo que te motiva,
quizás deseaste algo y no fuiste complacida,
yo seguiré siendo igual mientras yo viva,
tu hablando mal de mí y yo curando mi herida.
Eso no es motivo para tanta amargura,
porque solo existe el odio en tu corazón,
debes saber que caminar por la vida es dura,
tú recién empiezas, guarda siempre la razón.
No puedes ser en la vida toda complacida,
porque nada en la tierra llegó a ser perfecta,
Dios lo quiso así, por eso eres bendecida,
sigue nomás tu camino pero en línea recta.
Algún día te darás cuenta lo que has perdido,
de que lo tuviste en tus manos y fue en vano,
ha pasado mucho tiempo y no has aprendido,
de que, el que habla falsedades, es un villano.
No se porqué tanta amargura, encierra tu mirada,
deja tu corazón que vuele al espacio limpio y sereno,
quizás vuelvan amarte y tu vuelvas a estar enamorada,
pero no pienses en mí, ya te olvidé, por eso te condeno.