La luna salió como siempre.
Y como nunca la estaba mirando.
Casi la estaba tocando,
con un temblor ,
de enamorado.
Ver la luna hasta pisarla
era aguantar en una fiesta
de la que deseaba huir bajo tierra.
Su inocente pureza desnuda.
La cara que besa,
y los brazos blancos que le rodean:
le ordenan:
espera tu llegada a la luna.
Da paz a su fría cabeza pelada
amordazada de fatalidades pasadas.
Dentro de su cuarto,
sobre su colchón gastado,
La está esperando
….llegar
Ángel Blasco