quiero ser otro
Las figuras nocturnas me espantan,
todas las sombras giran en mi cama;
ellas son telarañas de otro infierno
escupiendo tintas ensangrentadas
a mis ojos desorbitados.
Aún más presente en mis rezos matutinos
que acogen hirientes bendiciones
a sombra de la luna deshidratada.
Quiero volar alto muy alto
más que el límite de las pesadillas;
para que ellas, infierno del carbón adúltero
dejen de ser clavos rodeando la sombra de mis ojos
y pierdan su amor de cuchillos a mis manos míseras.
Estoy cansado de ser hombre
cansado de la rutina diaria
del estrés de los ruidos
de la ausencia de Dios.
Quiero ser una vaca
una paloma
tomar la belleza de un sapo
y no hombre
y no hombre
y no hombre
Transformarme una vez que deshoje mi rostro
una vez que desate mis huesos
una vez que libere mis latidos
de las hirvientes sombras.
Ya no más rezos caligráficos
ya no más golpes de pecho
ya no más lecturas imaginarias;
basta a las fantasías apuñaladas por la realidad
basta a la realidad nacida del deseo.
Quiero un racimo resquebrajado.
Masticar la clorofila desteñida
pegarlo en mi tacto reprimido
y moribundo, quizás
suaviza mis pasos indelebles.
Quiero un espacio al hedor de mi cuerpo
para escribir la soledad, el silencio
y el vacío con garúas reprimidas;
aunque la luna amante rasguen las páginas
con polvos carnavalescos.
Quiero el pacto prehistórico entre el dinosaurio y yo;
recordar el lienzo vivo de la sangre en vez de agua
que se escapa de mis manos.
Aunque quizás de tantos anhelos reprimidos
y pocos alivios al ardor constante de mis venas
quiero quiero ser el mismo,
Yo, una lagartija relajada al mediodía.
José L.