Si me pides que te olvide,
si me pides el adiós,
yo te diré... tembloroso:
¡le debes pedir a Dios!
Porque solo con la muerte
quizás te deje de amar,
y eso porque nadie sabe
si los muertos... ¿amarán?
Para borrarte de mi mente,
para no pensarte más,
pasarán algunos años,
¡quizás siglos... quizás más!
xE.C.