Es difícil hablarte a ti, tú que todo lo miras
desde las aguas de aquél mar turbulento
ni hablaré de tu muerte,
el tiempo lo ha turbado
no digo, que olvidé, ni que he olvidado,
de ese ayer pausado y sin ambages
sé que sucedió lo que habría que suceder;
esta lejos quizás aún nuestro encuentro
sin embargo nuestros pensamientos
no han dejado de buscarse
entre los espacios vacíos. Hace cuatro años (ya)
y habrá otros más sin duda en el camino.
Estoy solo lo sé, estoy muy solo,
pero busco el abrigo de otros seres,
labios que ahoguen mi garganta y, de unas manos
que acaricien, que vibren en mi ser,
-pero no estás físicamente,
Amor que estabas, amor te fuiste-
Tus hijos no te olvidan, eres el estigma imborrable en su existencia.
Debo ser el caudillo que persigue tu sombra
que vive en el infierno
de sus locos desvíos.
Por eso me he propuesto y quiero visitarte
para ello he planeado un viaje de 6 horas,
(es lo que hace un camión del “ADO” para arribar en Tecolutla Veracruz)
Y todo por tu terquedad, esas voluntades perturbadoras
que siempre tuviste en vida,
pero ésta sí se te cumplió
-tus cenizas vagan en el mar del Golfo-
Por ahí estaré, no para llorarte como si me preñara un remordimiento,
estuve contigo hasta el final de tus días
(lo sabe Dios)
=/ la fecha
¡bueno será en el mes de mi cumpleaños…!
No me culpes si voy solo, sólo quiero pasarlo contigo
recogiendo conchas a la orilla de la playa
aquellas que arriben a mis pies.
Así es Adriana, tu nombre estará escrito en la arena,
en la brisa que se pasee en mis brazos
y en cada amanecer muy cerca del hotel
donde me albergue.
Pero estaré ahí igual que entonces, supongo que vacío de palabras,
y, unas canas de más
-sin qué decir-
Sí muy cerca del hotel donde estuvimos
nosotros la familia, esa unión que separó el destino.
Adriana, estás mejor ahí, entre los peces y las sirenas
la tranquilidad de la noche es tu cobijo.
Definitivamente respiro por los poros del recuerdo,
trato de olvidar un rato, sólo un rato;
entre pechos ignotos y maltrechos
esos labios cansados que me besan
o las manos petrificadas que acarician,
todo está consumado amor -todo está consumado-
Una nueva vida esquino en mis entrañas
no dispongo quizás de mucho tiempo.
Preparo mi maleta con mi llanto
el trago amargo de volver a verte.