Disfrazado de suspiro
se escapó mi gran amor,
por los caminos de Dios,
te buscaba todo herido;
por los senderos de espinos,
que entre sombras se quedó,
les pedía de corazón,
sobre ti, algún indicio,
pero nadie contestaba,
con su mudo proceder,
le arrancaban hasta el alma
le entregaban acre hiel;
tú llegaste de la nada
y me llevaste al Edén...