PRADERA BELLA
Eres pradera densa, que inspira mi caminar,
la dulzura de tu esencia, siento despierto me hace soñar,
anhelando trillar tus pastos, con un ir y venir sin desritmar,
agotando el antojo, tendiendo mi fuerza en tu manto al natural,
Añejar en mis poros, la sabia que brota de tus entrañas,
embarnizar mi piel; con ese brillo, como el rocío de la mañana,
injertar en cada instante los hechos, dejando nada a la deriva,
para que vibre el sendero, cuando el calor de los recuerdos reviva.
Despertándote después, como lo hace la lluvia sin prisa,
empapándote con deseos la tez, transformando todo en caricia,
meciendo los capullos de la fantasía, con el viento del celo,
llegar a cada rincón; con devoción, como pájaro a nido,
Noto qué con tu aroma; pradera bella, levantas desconocidos bríos,
hay un algo entre tu belleza hechicera, que atrae poderíos ya idos,
devolviéndolos coloridos, así como un arco iris primaveral,
alentándolos con cierta magia, arrullarse en tu calor corporal.
José Estrada