Ma. Gloria Carreón Zapata.

 ¡NO PERMITAS!

 

 

No permitas que ningún hombre te esclavice por el solo hecho de brindarte sustento y cobija. La libertad es un derecho inalienable.

No admitas que ningún hombre te amenace con quitarte lo más preciado que posee una mujer, que son los hijos.

Muchas de las veces son el arma que utilizan para someternos y retenernos a su lado, hasta que a ellos les place.

No dejes que ningún hombre te humille por el solo hecho de ser mujer y creerte débil.

¡No lo eres!...

La mujer para Dios es semejante a una joya preciosa de valor incalculable.

No toleres que nadie, absolutamente nadie, te baje la autoestima, demuéstrale que vales mucho solo por ser mujer.

Nunca permitas un primer golpe físico, de ahí seguirán muchos más, aunque se arrodille prometiéndote que no volverá a suceder.

No trunques tus sueños solo por complacer a un hombre que no te valora, cuando lo has dado todo de ti, y has sido sumisa y abnegada.

La mujer de Dios, va más allá de la sumisión tiene además diligencia, prudencia, resolución, sabiduría y valor.

¡Sigue adelante prepárate, valórate, no pierdas tu dignidad de mujer!

No somos robots, tenemos sentimientos e iniciativa propia, aparte de recatadas y sabias, somos dignas de respeto, y de exigirlo como un derecho nuestro.

El hombre egoísta no permite que la mujer se supere para poder tenerla sometida a su antojo.

Porque al final los hijos volaran a formar sus propios nidos y tú, te quedarás sola, es la ley de la vida.

Todo ser humano tiene derecho a buscar su felicidad y si la encuentras corre tras ella, no permitas que nadie, te arrebate el sueño de ser feliz.

Que no te importe lo que la gente diga, se tu misma, corre, juega, estudia, trabaja, has lo que te plazca, sin perder la humildad.

¡Vive, sé tú misma!

Demuéstrale al mundo lo mucho que vales y que sobretodo no hay edad para conquistar la felicidad.

¡Corre tras ella, no la dejes escapar!

Y nunca dejes de soñar, al fin la vida es un sueño que al final del camino se desvanece como el vaho.

 

Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.

Imagen tomada de Google.