Cuando una dictadura se ha implantado
las cosas pequeñas se convierten en oro.
Un hombre no es el Estado sino un deterioro
de su mezquindad y un pobre desgraciado.
Mas,cualquiera quisiere estar desnudo;
o que su voz lo devuelva el propio viento;
o esa libertad que no es ningún cuento
como válido bandido que te quiere mudo.
El aire no tiene ni cadenas ni prisión;
el Hombre necesita Libertad como el comer:
ni querer tampoco esa rosa sin respiración.
Campos de flores llena de muchos colores;
el sol su alimento de luz y no tener que esconder:
¡¡cosas pequeñas (en la dictadura) para que no llores!!