Son mis rimas lo mismo que un espejo
que refleja de mi alma sus soñares;
y en fonemas poéticos les dejo
los anhelos que inspiran mis cantares.
A las penas del mundo yo les tejo
un collar de esperanzas estelares;
y celebro el amor con vino añejo
con sus versos bordados de azahares.
Cada estrofa que escribo es la centella
de la brisa de amor y de ilusiones;
que cobijan mi vida y poesía.
Ella nace radiante cual estrella
que destila magníficas pasiones;
que me llenan de luz y de alegría.
Autor: Aníbal Rodríguez.