La niña peina sus cabellos
aprendiendo
a jugar
el juego de vivir.
Frente al espejo
mira a esa mujer
que sueña a ser niña
que juega a soñar.
Peina sus cabellos
en un palacio
con caballeros
al galope
en interminables prados.
Yendo a luchar
contra infames malignos
que la quieren llevar.
Solo uno vencerá
trayéndole
a su puerta
los dones rescatados
de tales batallas
contra los malditos.
Apeado
dará el vencedor
a los pies de la niña
su espada
y una capa de rojos y oros
donde arrodillado
ofrendará su amor
justo al mediar el día.
La niña
ha dejado de peinar los cabellos
se incorpora
mira por última vez
sus vestidos blancos
la capa roja con bordados de oro fino
y
baja al llamado del almuerzo
con la familia
un gato negro y dos perros blancos.