El silencio ha sido para mí descanso
a veces insomne, pero grato de sentir,
que se llevaba a sus honduras esas quejas
que solía guardar en los bolsillos.
He sido amigo del silencio y lo he buscado
tratando de encontrar en él seres ausentes
o esos recuerdos que se esfuman.
Pero hay otro silencio, antiguo en su origen
y que guardo en secreto pues quiero preservarlo
porque dañará si lo expongo.
Y mis labios aún callan con esmero y mi voz
es áfona en complicidad plena
y no hablará de esas urdimbres no advertidas
pues creo, además, al ver las luces,
que ya no haría falta…
De mi libro “De esas musas veladas”. 2019 ISBN 978-987-87-0096-0