¡Cómo se revuelven mis pensamientos!
como las olas del mar que se arrastran,
provocando un maremoto en mi interior.
Yo pregunto: ¿era amor lo tuyo?
¿Hace cuánto dejaste de amarme? y mi corazón inocente guardaba un profundo amor por ti. Pero de ti solo recibí quejas. Y yo, ¿no tengo sentimientos? ¿Sólo los tuyos valen?
Ingenua de mí al pensar que me amabas.
Pero no te culpo por tratarme mal, yo soy culpable por amarte demasiado cuando en realidad tu eras indiferente. Aun conservo los bonitos momentos, los feos los puse en el cesto de la basura. El amor es sufrido, no se envanece, no se borra en un día ni en un mes.
El amor supera las barreras, las palabras, por eso es que él amor no es egoísta.
Imagen de la web
Milye Florian