Tina Avakian

Noche de Abril

Una noche de abril

conocí su piel durazno,

y sentí el aroma sutil

de su sonrisa en mis labios.  

Y escucharon las estrellas

su voz que me cantaba;

me bailaba en las orejas,

y de preguntas me llenaba.  

Asi como el agua eterna

que se cuela entre mis palmas,

sus palabras resuenan

y se mezclan nuestras almas.  

Y en medio del deseo,

me dio el beso mas sincero.

Y en sus ojos tan inquietos

reposaban todos mis miedos.  

Y sus manos tan ligeras,

delineaban mi cintura,

aplacando con simpleza

esta soledad tan dura.  

Aquella noche de abril

conocí tu piel durazno,

y tu olor, un frenesí,

tatuado en mis manos.