A su capricho el follaje permita a los rayos del sol
inquietar la tranquilidad del calvero,
dentro del bosque de árboles
donde mejor la soledad sea una bendición
Un refugio creado para mi pena,
a solas en silencio busco consuelo
en este templo sagrado
a la benevolencia de la naturaleza
Sin explicación el amor decidió marcharse,
dejando mi corazón con la pregunta:
¿Hay un sabor aun más amargo
que la pérdida del amor?
David Arthur ©®