Nada se parece a un destello si tu partida se esfuma entre un adiós en vuelo.
Buscamos la mejor excusa a nuestros sentidos.
La ingratitud como una moneda al aire.
La piedad que nunca tuvimos.
El desorden que ordena la inercia de las costumbres.
Nada se parece a la revelación de tu piel.
Inmensa, entre nubes y abismos, imperfecta, a cara o cruz.
A Todo o nada.
Entre el universo misericordia, y la posibilidad de una puerta que se abre para que todo comience de nuevo.
Empezar de nuevo.