SONETO CON ESTRAMBOTE...
Un domingo cualquiera él acudía
a un encuentro audaz, muy abrasador,
miradas asechaban a ese amor
ingenuo que en ese instante nacía.
Ya su gran corazón obedecía
al minuto sincero domador,
nada lo paro, no tuvo temor
ese cariño no lo ocultaría.
Ese día se veía atractivo,
su vestimenta era muy elegante,
distinguido, gentil y estimativo.
Una mañana hermosa y tan brillante
el acercamiento definitivo,
esa vocación fue muy cautivante.
Un trance enigmático y decisivo
ese domingo a su amada cautivo.
UnDomingoParaSeguirSoñando
©Violeta