Mi corazón te busca todas las noches,
pensando que estás acostada al lado de él,
cuando sólo estás en mi mente,
oscura en el caos de mi ente.
Hay fragmentos nocturnos de ti
al acostarme, cerrar los ojos
y soñar, sobretodo soñar,
tener pesadillas en las que sólo tú estás.
Hay fragmentos nocturnos de ti,
estás rota como cristal en mi garganta,
estás quebrada en mi voz gritando,
eres la mitad de un espejo en mi memoria,
donde no puedo verme sin pasar antes
por tus ojos, tus mejillas o tus llantos.
Y esa forma de decir adiós,
fue lo que me dejó a mí en fragmentos,
deshizo los hilos de mi razón,
de mi consciencia, de mi unión con el Sol,
destruyó las ondas de Marte y su canción,
la que yo le escribí
pensando en ti.
No entiendo cómo eres capaz de odiar mis sueños,
el arte que eras y mis tormentos,
mis victorias, mis comienzos...
Pero así eres, nocturna,
eres mi mala fortuna,
eres mi insomnio al toque de la Luna,
eres fría, metálica y dura,
fragmentada en la que es penuria
de mi esperado amanecer.
Aún así...
Mi corazón te busca todas las noches,
pensando que estás acostada al lado de él,
cuando sólo estás en mi mente,
oscura en el caos de mi ente.
Hay fragmentos nocturnos de ti.