Mariela Briceño Fuentes🦄

¡DÓNDE ANDARÁ MÍ CAFÉ!

 

Ésta mañana mí café, se fue al fondo de la taza. El agua azucarada se alejó del café o el café, se alejó del agua azucarada.

¡No sé lo que pasó!, pero creo que el bodeguero, si lo sabe. Me ha tomado el pelo, tal vez me engañó.

¡Desgraciado embustero!

Usó el café y secó la borra, lo mezcló, lo empacó de nuevo y lo puso a la venta, otra vez.

¿Porqué lo hizo? no lo sé, si es por dinero, ni siquiera Dios querrá perdonarlo. ¡A Dios, le gusta el café!, eso lo sé  y no hay excusa, ni lo puedo entender.

El café es el cordón umbilical de mis letras, es la sangre que corre por mis venas y su aroma, el suspiro de mis mañanas.

Es la esencia de mi existencia, sin el, la vida es, una tira cómica en la tv, es el timbre de la casa sonando cincuenta veces por minuto.

Es el vecino del frente gritándole al de la izquierda con su vallenato, al de la derecha con su reggaeton, al del norte por sus constantes peleas y al del sur por estar haciendo lo mismo que los de atrás.

Son los cuatro puntos cardinales y los cinco continentes todos juntos,  jorobándome la paciencia, mientras los miro intimidándose, mutuamente.

Son las hormigas pellizcándome los pies y las arañas radiactivas del espacio, halándome los cabellos.¡

¡Vaya usted a saber, que le hicieron a mi café!, que me quiten el marido si quieren, que se lo lleven lejos, no lo sé.

Que le pinten pajaritos preñaos al granjero, que le paguen en dólares al bodeguero, que le pongan cauchos al camión o gasolina al chofer, no lo sé.

Si tiene fama, si es gourmet, español o francés, ni me importa si es con leche, marrón o negro, yo solo quiero, tomar café. 

 

MBF@VICSOF 30621_126pm.