Jose Luis Posa Lozano

BRISAS DE MAYO

Soplaban brisas de mayo,

la rosa se abría en flor

y en la mañana brillaba

el canto del ruiseñor,

 

se despertaban los campos,

mientras dormía el amor

entre frutales  y pinos

bajo el aliento del sol.

 

Yo amanecia en sus brazos,

desnudo, piel sobre piel,

eran sus ojos luceros

sus labios, copos de miel.

 

Un día llamó a mi a mi puerta,

puerta que en par se le abrió,

no dijo nunca quien era

-nadie se lo preguntó-

 

Y se hizo un hueco en mi lecho

prendió una hoguera en mi hogar

y dio color a mi vida

y luz a mi oscuridad.

 

Una mañana, la verja

tras de sus pasos cerró

no hubo lamentos ni ofensas

como llegó, se alejó.

 

Hoy sopla un cierzo de Enero

y ya no queda una flor,

en la ventana retumba

de la ventisca, el clamor.

 

Yertos dormitan los campos

y en ellos yace mi amor

entre zarzales y abrojos

que el vendabal arrancó.

 

Pero no cierro mi puerta

y sueño que al despertar

me la reencuentro en mis brazos

desnuda como una flor

y entre sus petalos tiernos

vuelvo a encontrar el amor

 

y sueño y sigo soñando

pero al llegar la alborada

mi lecho es un mausoleo

y mis sábanas, mortajas.