VITRALES DEL ALMA

MIL CARETAS

 

 

*

Esa luna, la misma que en su mágico plenilunio me sedujo. Me llama, me arrastra, a la cepa misma de sus entrañas. Golpea silenciosa,  muy cerca de la hora del cenit,  con su embrujo de luz y fuego, descorriendo el velo onírico de mis angustias.

 

El alma ha querido separarse de esta dolorosa realidad. Caminar silenciosa y meditabunda como otrora sucediera, en medio de la noche. Ahora, es otra la sed que mis labios  ansían, es otra  la  fuente  que  a mi cuerpo mitiga.

 

En un giro extraño de la vida y en  la absorta soledad de ese momento,  de pronto,  a través del espejo cóncavo de la existencia, casi que imperceptible, el hilo azul del  destino se refleja.

 

¡Realidad que en extraño sortilegio nos envuelve!

 

Nada distinto. Solo el círculo de lo sembrado, el dolor plasmado en mil lamentos y  la soledad con sus  manos ajadas.

Mil caretas, en el sendero de nuestro camino. Mil formas en la  sombra oscura de la noche clara.

 

Qué difícil pasar las hojas del tiempo

Sin mirar en el fondo de sus cimientos

 

Qué difícil voltear el rostro

Para ver las cicatrices que llevamos dentro

 

Las horas pasan, regando  flores

De  sabiduría inmensa  y perfumes de  conocimiento

 

Los dedos mueven las hojas de los árboles

Que ansiosas  agitan sus esperanzas

Y la mirada esquiva del  infinito aguarda.

 

  * imagen del muro de Tierra verde.

Luz Marina Méndez Carrillo/29062021/ Derechos de autor reservados.